lunes, 14 de marzo de 2011

Dependencia

Primero ha sido la subida del precio del petróleo debido a la crisis libia y el subsecuente nerviosismo que despertó en todos los países de Europa y más allá. Después han sido las explosiones en la central nuclear de Fukushima, consecuencia del devastador terremoto y tsunami que ha devastado Japón y que han despertado el debate nuclear en países como Suecia y Alemania.

Ambas son tragedias que están ocurriendo en países lejanos a los nuestros. Nosotros no hemos sentido los temblores del terremoto de Japón ni estamos luchando con los rebeldes para intentar echar a Gadafi del poder. Continuamos con nuestras propias rutinas, sin embargo, un fantasma ha empezado a rondar nuestras economías: la crisis energética. El gobierno se pone nervioso ante la subida del precio del barril del petróleo que inevitablemente afecta de forma directa ala economía. Y comienzan a poner medidas y a convencer a la gente de lo importante que es circular a 110 en lugar de a 120.

Y no es que no sea verdad que así se ahorra energía, pero lo que yo me pregunto es si alguien está sintiendo lo que yo al escuchar las noticias: vulnerabilidad. ¿Cómo podemos sentirnos seguros en un sistema tan global que hechos como una revolución civil en Libia o una catástrofe natural ponen nerviosos a gobiernos que ven peligrar su mercado energético?¿No resulta evidente que este modelo de desarrollo basado en el consumo energético tiene muchos puntos débiles?¿No somos demasiado dependientes?En el caso de España, más concretamente, se pone de manifiesto la enorme dependencia que tenemos del exterior en materia de energía. Pero yendo más allá, generalizando, todos somos dependientes del gas, del petróleo, de las centrales nucleares...Sé que esto forma parte del típico discurso ecologista, pero no se trata de eso, se trata de mi percepción personal ante la actualidad informativa. Llevo semanas escuchando noticias acerca del ahorro energético que ahora se ha convertido en urgente y necesario, escuchando hablar de reformas que se llevarán a cabo para reducir el consumo energético en ciudades y edificios. Estoy segura de que dentro de un par de meses aparecerá otra noticia que capte más la atención del público y ya no escucharemos hablar tan frecuentemenet de bombillas de bajo consumo o de mejora del transporte público. Sin ir más lejos, las medidas tomadas por el gobierno son temporales, como si dentro de unos meses la necesidad de ahorrar energía hubiese terminado. Si el precio del petróleo vuelve a estabilizarse, ya podemos volver a gastar, ¿así funciona?La realidad es que una reforma más radical es necesaria, un verdadero cambio de hábitos y paradigma, que busque la sostenibilidad y el autoabastecimiento. Porque este es sólo el principio de la crisis energética a la que se llegará si seguimos consumiendo a este ritmo frenético.

Yo pienso en las personas que están muriendo en Libia y que intentan resistir en su lucha contra el régimen de Gadafi. También pienso en las personas muertas en Japón y las evacuadas por riesgo nuclear. Que la crisis energética no desvíe la atención de los verdaderos problemas y que los intereses económicos dejen de empañar las toma de decisiones en situaciones como la de Libia.

2 comentarios:

MONTSE dijo...

TUCHÈ¡¡¡¡¡

Pantera dijo...

¡¡Marta!! ¡¡Únete al carro de la transición hacia un mundo menos dependiente del petróleo!! tú ya estás concienciada, sólo hace falta darle un punto de vista positivo, creativo, activo e integrador. Tenemos muchas cosas que decir y que hacer, quedémonos con la pelota en nuestras manos y juguemos al juego que nosotros queremos :)

Un besote,

http://movimientotransicion.pbworks.com/