Escocia no es un lugar virgen, ni mucho menos, ha sido castigado durante siglos y siglos, como el resto de Europa, pero se presenta como un diamante en bruto para sus visitantes. Parece que las Highlands se hubiesen aliado con sus habitantes para resistir a azotes del tiempo y mantenerse genuina. Las modas llegan a Escocia a la vez que al resto del Reino Unido, pero las gaitas, las faldas escocesas, el whisky y los bailes se mantienen, no sólo como reclamo turístico, también como modo de vida.
Nórdica, gris, escarpada, intensa y auténtica: esa es la Escocia que yo he conocido, donde el famoso lago Ness no es nada comparado a los pequeños y grandes secretos que se esconden por todo su territorio. A mí me ha conquistado.
1 comentario:
Me encanta!!!! Si en el fondo, todos sabemos que acabarás escribiendo un libro!!!! juas juas juas!!! xDD
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