El hechizo de Coldplay

Han pasado 4 días y sigo hechizada. Chris Martin, Jonny Buckland, Guy Berryman y Will Champion lanzaron un embrujo ante 63000 personas la noche del 4 de septiembre. Aun con problemas de sonido demasiado evidentes, ellos consiguieron dar vida propia a un estadio olímpico a rebosar de personas.

Sé que fue un concierto agridulce, no se puede negar que los problemas de sonido empañaron lo que podría haber sido un concierto perfecto. Lo que al principio creíamos que sería eclipsado por la lluvia, al final lo estropeó algo tan esencial como es el sonido. Sé que hubo personas muy afectadas, sentadas en un sector desde el que coreaban un "No se oye" que, efectivamente, se escuchó más que algunos temas de la banda. Sé que cada uno de los asistentes había pagado mucho dinero para disfrutar de un concierto en condiciones. Sé que hay gente que salió del concierto decepcionada e incluso circula por el facebook una proposición para pedir que el concierto se repita o nos devuelvan el dinero. Sin embargo, no pienso que los problemas enturbiaran tanto el concierto. Puede ser porque estuve muy bien situada y no los noté tanto, pero igualmente, hay que reconocer que el concierto estuvo a la altura. Yo iba allí para conocer en persona a Coldplay, para sentir el directo de mis canciones favoritas. Y eso lo tuve, el grupo es fuerte en sus directos, con buen sonido o no, ellos no se achicaban para nada. El viernes en Barcelona 63000 personas fueron envueltas por una atmósfera de buen rollo y emoción. Pasar un buen rato estaba asegurado.

En definitiva, en el concierto de Coldplay de Barcelona el sonido falló, pero el grupo y el público estuvieron geniales. Yo entré en una especie de éxtasis y disfruté como hacía tiempo que no disfrutaba. Hubo momentos mágicos, paralizantes, como el ya mítico momento de las mariposas volando en Lovers in Japan o la canción The Scientist en los bises. Otro momento maravilloso fue la canción Glass of water (que yo no conocía) con un video de constelaciones y planetas de fondo...parecía que todos estuviésemos volando.

Les doy un 10 al grupo. No debemos mezclar cosas: Chris Martin y sus compañeros no tienen culpa de un fallo técnico. Estas cosas pasan. Yo, ya lo he dicho, sigo hechizada.

Os dejo el vídeo del momento grande del concierto: la canción Viva la vida. Decidme que no fue un conciertazo...