miércoles, 15 de abril de 2009

La caza de los ilegales

Os pongo en situación para que me digáis cuál sería vuestra decisión en este caso práctico:

Los castores, esos graciosos animalillos que mordisquean la madera para construir curiosas estructuras, habitaban algunos ríos españoles hasta hace un par de siglos. Esta especie se extinguió, pero hace poco volvieron a verse en dos ríos de la cuenca del Ebro.

¿Cómo llegaron los castores aquí?¿Desde dónde?Todo apunta a que fue una reintroducción ilegal por parte de algún grupo ecologista (más concretamente, se sospecha de unos belgas), que decidieron saltarse todo el tinglado legal que rodea este tipo de reintroducciones ecológicas para poder repoblar los ríos españoles de castores.

Ahora estos animales están totalmente extendidos por dichos cauces, se han adaptado rápidamente a este medio, pero sin desplazar a ninguna de las especies allí existentes antes de su llegada y, en general, sin causar efectos ecológicos negativos.

Bien, si fuerais los altos cargos que deben solucionar esta cuestión, llegados a este punto tendríais que elegir entre una de estas tres opciones:

a) Dejar a los castores tal y como están, pues al fin y al cabo, no han causado ningún efecto negativo y además, se trata de una especie extinta pero que ocupó ese nicho anteriormente.

b)Dejar a los castores en los ríos españoles a los que se han adaptado tan felizmente, pero buscar al culpable y sancionarlo, ya que, si no se procede así, es como dar carta blanca a este tipo de actuaciones incontroladas en el futuro.

c) Eliminar a todos los castores reintroducidos pues al fin y al cabo son "castores ilegales"






¿Qué decisión consideráis más razonable?



Pues parece ser que la opción más sensata y correcta es matar a todos los castores, ya que llegaron aquí de ilegales. Al menos a esa conclusión llegaron los organismos encargados de regular el tema tras una gran controversia.

Y a mí, sinceramente, me parece que el mundo está fatal de los nervios, como dicen Los Aslándticos. Cada vez hay más problemas de introducciones de especies invasoras, realmente perniciosas para los ecosistemas, y pocas veces existen planes de control sobre estas especies realmente efectivos. Y ahora resulta que tenemos la suerte de contar con una especie que hace poco era autóctona de los ríos españoles y el gobierno gastará tiempo y recursos en ir buscándolos y matándolos, sólo porque "no tienen papeles".

Entiendo que no se puede hacer la vista gorda, porque eso daría pie a que otros grupos ecologistas o cualquier persona vea la oportunidad de introducir animalitos sin ton ni son sin miedo a recibir represalias. Entiendo que se deba buscar a los culpables y sancionarlos, para que en el futuro saltarse la ley no sea tan fácil. Pero exterminar a los pobres castores...me parece, cuanto menos, absurdo.