Magia en Granada

La entrada de hoy no está dedicada al medio ambiente ni a Madrid...Está dedicada a la ciudad donde he pasado este fin de semana: Granada.


A pesar del mal tiempo la visita a Granada, definitivamente, me valió la pena. Porque Madrid está genial, pero volver de vez en cuando al sur me hace valorar las maravillas que tenemos por allí. ¡Qué orgullo visitar esta ciudad con gente no española y enseñarle el valor cultural que tenemos!

Y más allá del valor cultural, Granada es una ciudad con magia.
Las visitas turísticas con las que realmente disfruto suelen
consistir más en pasear las ciudades que en entrar a todos sus museos y Granada ofrece paseos muy especiales. Ya había estado antes allí, pero cada vez me sorprende más. Andar por sus calles en invierno, primero lloviendo y ya de noche nevando...Admirar por la noche como la Alhambra se asoma desde lo alto, presumida, en el Paseo de Los Tristes. Subir al mirador de San Nicolás un lunes de sol, tras una gran nevada...Ir a visitar la Alhambra un día de perros, en el que el frío no te deja ni pensar, pero que provoca que el monumento esté casi vacío y tú puedas moverte a tus anchas. Descubrir una tetería abierta un domingo a las 2 de la mañana, donde todo el mundo se convierte en aladín o en yasmin y el tiempo pasa más despacio que de puertas para fuera. TODO ha sido impresionante este fin de semana de magia.

Y ésto vivido con una mexicana, una chilena, un venezolano, un italiano, un gallego, dos madrileños y un malagueño, llena aún más.